Hace unas semanas quedé para cenar con un amigo con el que tengo una relación de mucho contacto físico: nos damos abrazos largos, caminamos cogidos del brazo por la calle y nos tocamos las manos mientras charlamos. Sin más intención que la de responder a la sangre mediterránea que invita a decir a la gente que la quieres de muchas maneras. El caso es que, durante la cena, me estaba tocando las palmas de las manos, que debido a varias formas de dermatitis, son ásperas, callosas y con tendencia a las grietas que sangran si no las cuido. Tengo manos de una persona que trabaja con las manos a la intemperie. Le dije a mi amigo que estaban especialmente ásperas. Me respondió que él tenía manos de no haber tenido un trabajo honrado en la vida. Lo cierto es que yo tampoco he tenido un trabajo honrado en la vida, y me temo que nunca lo tendré.

Nadie, absolutamente nadie de mi entorno, ni mis amigas, ni mi familia, ni mi pareja, nadie, sabría decir con precisión cuál es mi trabajo. Y con razón. Es un curro bastante abstracto, apenas hablo de los detalles técnicos de mi trabajo y ni siquiera tengo una etiqueta global que haga que la gente lo entienda, aunque sea a grandes rasgos (como por ejemplo «programadora»). Cuando alguien me hace la pregunta de los cojones, «¿a qué te dedicas?», mi respuesta ya está preparada: primero respondo «soy ingeniera de datos», la persona que pregunta pone cara de extrañeza, y entonces aclaro «me dedico a recoger datos de muchas fuentes distintas, limpiarlos, ordenarlos, hacer cálculos y guardarlos en los sitios adecuados para que la gente pueda usarlos». Tengo más variantes de esto: si la persona sabe algo de datos, le digo «soy el backend de los data scientist». Si la persona está todavía más lejos de la informática, tengo una analogía estupenda con canalizaciones de agua que hacen que cuando abras el grifo el agua sea potable, pero con datos. Si es una persona de internet, le digo que soy la Marie Kondo de los datos. Y ni siquiera la primera analogía el del todo correcta, porque eso puede hacerlo otra gente como expertos en BI. Lo que me diferencia como ingeniera de datos es que esto lo hago en entornos de Big Data, otra palabra que todo el mundo ha oído pero casi nadie es capaz de definir (benditos sean). Esto quiere decir que lo que hago, lo hago con muchísimos datos, de fuentes muy diversas, que cambian a menudo y que el proceso tiene que funcionar deprisa.

Si sigues sin haberte enterado de a qué me dedico, normal. Mejor para ti. Mi curro es lo que el autor David Graeber definió como Bullshit Job1. Mi trabajo no existía hace veinte años. Si mi trabajo desapareciera, el mundo sería, en casi todos los aspectos, un lugar mejor.

Con esa certeza tengo que vivir.

Mi trabajo es una mierda

Mi trabajo actual (hasta hace unas semanas) no sirve para casi nada, porque no lo usa casi nadie y quien lo usa, lo usa casi siempre mal. De todos los datos que la empresa almacena, estimo que yo utilizo un 15% para producir resultados. De esos resultados, estimo que la gente consulta un 10%. De esa consulta, no tengo ni idea de cuánto se usa para tomar decisiones de negocio, pero sí os puedo decir que 1. Poco y 2. A tope de cherry picking para coger sólo los datos que respaldan la decisión que el de negocio de turno ya ha tomado porque sus corazonadas son mucho más fiables que los datos. Total, que se almacenan tonelada y media de datos diarios, hay una infraestructura inmensa de desarrolladores, ingenieros de datos, científicos de datos y analistas de datos y se paga una pasta en almacenamiento, procesamiento y software de visualización en la nube con sus licencias de usuario y persona encargada de gestionarlo para hacerle llegar a un tipo un dashboard con datos actualizados a diario antes de las 10 de la mañana y que lleva sin abrir año y medio.

Y diréis «pero Malti, ¿todo ese follón para un 1% de datos utilizados? ¿entonces por qué se guardan?» pues porque almacenar es muy barato, más barato que la responsabilidad de decidir qué se guarda y qué se tira. Es mucho más barato en coste mental decir «por si acaso» y pagar más que sentarse y elegir con honestidad qué es útil y qué no, porque nos daríamos cuenta de que casi nada es útil y nuestro trabajo no sirve de nada. Porque nadie quiere que un día llegue un Product Manager y pregunte por una cosa particular porque le ha soplado el viento y ahora es el dato más importante de la empresa y CÓMO ES QUE NO LO TENEMOS ALMACENADO y no va a haber explicaciones que valgan, por mucho que se demuestre que ese dato no le va a servir para lo que quiere. Porque el mundo corporate es alérgico a la responsabilidad, tanto a asumirla como a aceptar la ajena, porque eso significaría aceptar un no por respuesta. Nadie le dice que no a los dioses del corporate.

Digo barato a nivel de coste económico directo a la empresa, claro. Todos esos datos se almacenan en La Nube, que no deja de ser el ordenador de otro encendido 24/7 para por si acaso se te antoja consultar una tabla que no ha accedido nadie en los últimos seis meses un viernes a las cuatro de la mañana. Igual que se almacena la galería entera en Google Fotos y tenemos 12Gb de los cuales el 80% sabemos que es basura y no necesitamos tenerlo disponible todo el tiempo, pero no nos sentamos a hacer limpieza. Eso, pero a escala gigantesca, multiplicado por miles y miles y miles de empresas. Que se traduce en miles de centros de datos gastando electricidad y agua potable para refrigerar, empobreciendo aún más zonas ya empobrecidas, para guardar basura que nunca nadie va a consultar porque no tiene valor alguno.

Si mi trabajo desapareciera, el mundo sería mejor.

El hype de los datos

El tema de Los Datos en Corporate es un melón. Seguro que recordáis el hype de hace 10 años en el que todo, todo, TODO el mundo se apuntaba al Big Data, al Data Driven [inserte palabra], a la ciencia de los datos y a todas esas cosas porque alguien convenció a los jefes de que con esto TE FORRAS, PACA2. La cosa se fue tan de madre que una vez me contactaron para montar «un big data» para la consulta de un dentista (y me quedé con las ganas de decirle «usted lo que necesita es un Excel, señora»).

De todo este hype de datos la gente se quedó con la parte más fácil, la de almacenarlos. Parece que almacenar datos, todos los datos, como sea y cuando sea, va a otorgar mágicamente los favores de Los Datos y la empresa va a dar más dinero por arte de magia. Pero, como he dicho antes, almacenar datos es fácil y barato, pero si no se hace con criterio, es el equivalente a una librería vieja de segunda mano: nadie sabe los libros que hay, la mayor parte no se pueden acceder porque están enterrados sobre otros libros y lo único que estás generando es ácaros y moho. Todos pasos que siguen al almacenamiento requiere tomar decisiones y contratar gente, y hasta ahí podíamos llegar.

Lo cierto es que casi, casi nadie necesita un sistema real de Big Data. La inmensa mayoría de los casos de uso que he visto se podían solucionar con una base de datos bien elegida y una arquitectura bien diseñada. Incluso, que diocito me perdone, un excel con macros resuelve mucho más de lo que la gente cree. La gente se empeñaba en querer Big Data porque era el hype, porque era lo que iba a hacer que la empresa triplicara beneficios, porque así se lo han vendido a los accionistas… los que venden la infraestructura, licencias y certificaciones de Big Data. Y si el accionista cree que con eso va a ganar más dinero, va a obligar a implementarlo, y la cascada de mierda va a acabar en un desgraciao al que nadie le ha preguntado si era una buena idea, pero que sabe que no lo es.

La inmensa mayoría de los proyectos de implementación de Big Data fallan porque no se necesitan, porque son caros y complejos, porque requieren personal muy especializado y porque se iniciaron porque al imbécil de turno se le antojó. Estuvimos a punto de tener que implementar un sistema en tiempo real sólo porque a un Manager se le había calzado en los cojones tener una pantalla en la oficina con un KPI concreto de la empresa actualizado en tiempo real. Casi tenemos que embarcarnos en un proyecto de rediseñar la arquitectura de toda la infraestructura de datos a una muchísimo más compleja sólo porque quería ver el numerito crecer desde su silla. Nos libramos sólo porque el CTO (el jefe de la parte tecnológica) sabía de lo que estaba hablando y le dijo que ni de coña, pero tuvimos suerte. Yo ya estaba preparando la carta de renuncia.

Los managers no tienen más remedio que decir que son «data driven» porque es lo que su jefe quiere escuchar. A mí no me queda más remedio que hacer mi trabajo para que el maganer pueda justificarse diciendo que es «data driven». Todo una mierda.

Las startups

No puedo hablar de hype sin hablar de startups, porque las startups son el hype hecho empresa.

Las startups son lo peor que le ha pasado al entorno laboral desde la desaparición de los gremios3, desde Margaret Thatcher morreándose con Ronald Reagan, desde la prematura muerte de Lenin. Las startups son un cáncer, un virus, un parásito intestinal que sólo vive para saltar al siguiente huésped y así hasta el fin de los tiempos. Me explico:

Al contrario de lo que pueda parecer, una startup no es lo mismo que una nueva empresa. Las startups modernas son producto directo de dos efectos: los tipos de interés al 0% y Apple. Los tipos de interés al 0% hicieron que los productos financieros habituales en los que Los Ricos invertían antes (depósitos, deuda de países, bonos del estado, algunos fondos financieros) dieran una rentabilidad bajísima, así que Los Ricos, en su eterno apetito por más dinero, empezaron a meterse en aventuras financieras más novedosas, como especular con bienes indispensables como vivienda o cereales (a escalas modernas, quiero decir).

Por otro lado, Apple inventa la rueda: el smartphone. Esto da lugar a uno de los procesos de adaptación de tecnología más grandes de la historia, el que metió un smartphone en cada bolsillo de cada persona del mundo en tiempo récord4. Eso hizo que Apple sea actualmente la empresa más valiosa del mundo, con un valor de 3 TRILLONES (americanos) de dólares5. Por supuesto, esta cifra es tramposa: se calcula contando las acciones que tiene publicadas en el mercado, y multiplicando por el valor al que se cotiza en mercado de acciones. Este valor no es el nominal (el que cuesta la acción cuando la compras directamente a la empresa), sino que es el de venta entre personas que no tienen nada que ver en la empresa. Como las acciones dan derecho a parte de los beneficios que se repartan (los dividendos), lo que la gente compra cuando compra acciones son dos cosas: o esperas que esa empresa reparta dividendos pronto, o esperas poder vendérselo a otra persona por más dinero. Ese dinero por el que lo vendes es lo que se llama la cotización, y el que se usa para calcular el «valor» de una empresa. Exactamente igual que si compraras sellos de Fórum Filatélico6. Es decir, el valor de una empresa lo único que mide es hype por tener sus acciones. Y nada gusta más a Los Ricos que el hype de TE VAS A FORRAR, PACA.

Entonces Los Ricos, es decir, los fondos de capital riesgo (VC, Venture Capital en adelante), hacen la cuenta y piensan «¿qué hubiera pasado si hubiera puesto dinero en Apple al empezar? pues que ahora sería tan rico como todos esos cabrones», y, como no pueden volver al pasado, deciden mirar al futuro. Y el futuro son las startups, porque a lo mejor, una de ellas es la siguiente Apple. Y TE FORRAS, PACA. Y total, en finanzas no hay nada que dé dinero en las cantidades que el VC promete, así que lo que hacen es jugar a la ruleta con las startups: le sueltas un millón de pavos a las 100 que más te convencen con la esperanza de que la bolita de forrarse caiga en una de ellas, y que sea rápido: las rentabilidades de los VC son altas y son, a escalas de tiempo financieras, rápidas.

Esto lo que consigue es que las startups, a diferencia de las empresas nuevas, tengan un objetivo distinto: una empresa quiere ser rentable para ganar dinero y ganarse la vida (como el que monta un bar o una librería), pero una startup quiere llamar la atención de los VC para que les caiga ese millón de euros. Pero como los VC tienen mucha prisa porque quieren ganar mucho y muy rápido, en realidad el objetivo último de soltar ese dinero no es construir una empresa sólida que funcione y dé dinero, sino una empresa que cree mucho hype, para que una empresa grande la vea como algo interesante (o una amenaza), la quiera tener, la compre y se forren tanto el VC como el fundador de la startup. El producto real de cada startup no es lo que te dice que es, sino el hype. Los VC están buscando la nueva Apple y las startups están buscando convencer a los VC de que van a ser la nueva Apple, pero no buscan serlo en realidad. Es todo mentira. Hype.

Entonces, si el trabajo real de una startup es el hype, las decisiones tecnológicas que se toman son todas basadas en hype. Y por eso antes todas tenían Big Data, cosas con el Metaverso y ahora todas tienen IA: no porque les haga falta, sino porque llama la atención de los VC, consigue mucho dinero en ronda de financiación, llama la atención de alguna empresa gorda, esta la compra y todo el mundo se forra. El producto, en el fondo, da igual. Mi trabajo, por mucho que yo me esmere y aunque consiga que la gente de negocio mire mis datos y tome decisiones fundamentadas, da igual, porque el objetivo no era crear algo que aporte valor a la sociedad. Mi curro es, otra vez, una mierda.

Lo Corporate

Nuestra aventura con la inutilidad no acaba aquí: ahora vienen las grandes empresas, Lo Corporate. Bienvenidos a la disociación más grande del mundo.

La verdad absoluta de Lo Corporate es que el 90% de la gente no tiene ni puta idea de lo que está haciendo. Los managers no han tenido un pensamiento propio en décadas. Los desarrolladores no son capaces de pensar más allá del ticket de Jira. Los jefes solo tienen en mente el numerito que les va a proporcionar el bonus. Todos vamos como pollos sin cabeza, pero es que Lo Corporate no permite otra cosa.

Volvemos a Los Ricos, al VC, al que sea: ese Rico tiene muchas acciones de la empresa, quiere un número más gordo de valor de empresa para que sus acciones valgan más (y venderlas o repartir dividendos), por lo tanto escoge una cifra (se supone que data driven, pero ya te digo yo a ti que la mitad de las veces se la sacan del culo, he trabajado lo suficiente en finanzas) que haga que genere hype. Entonces los jefes tienen un objetivo económico vinculado a ese numerito, y harán cualquier cosa para conseguirlo (y ya he aclarado que el producto no es el objetivo). Por lo tanto, estos jefes presionan a los managers, que acatan órdenes sin cuestionar; ¿cuánto duraría en su puesto un mánager que le dice a su jefe «eso no es posible»?. A su vez, esos mánagers, que lo normal es que no tengan ni puta idea de cómo gestionar un equipo o siquiera de sus metodologías básicas, vuelcan todo eso en tickets de Jira (Agile mediante) y le dicen a sus desarrolladores que esto es lo que hay. Los desarrolladores, que entre que no les ha dado el aire fresco desde los ocho años y que si se sacan la cabeza del culo les colapsa la columna vertebral, tratan de hacer lo que les han pedido en el plazo que les han pedido, con el personal que tienen, pero solo hay una forma de hacer eso: mal. A nadie le importa que el producto salga mal, sólo interesa que sea facturable y los numeritos se cumplan. Preocuparse por hacer el trabajo bien está activamente castigado, porque las estimaciones no están hechas para eso.

En este apartado es cuando entran los Dioses de las Finanzas: una entidad todopoderosa que decide unos números y que toda la empresa tiene que volcarse a cumplir, como sea. Decide el crecimiento de la empresa de este año, decide que no hay presupuesto para subidas de sueldo (aunque eso signifique que la gente se vaya y sea mucho más caro), decide qué tecnologías se pagan o no (aunque sea una estupenda que haga que la empresa ahorre dinero a la larga). Esas facturaciones a clientes hechas a día 20 de mes, estimadas a ojo de buena financiera y que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia (me ha tocado). Porque lo importante no es la realidad, es que los Dioses de las Finanzas estén contentos. Y para que estén contentos, sus numeritos tienen que haber acertado. Nadie dice que no a los Dioses de las Finanzas, porque será fulminantemente despedido. Por lo tanto, quienes sobreviven a esto son los que o bien son demasiado ingenuos para darse cuenta de la estafa, los que ya han perdido toda esperanza y simplemente tiran palante o los que tienen dinero prometido a costa de que la estafa salga adelante.

Entenderéis que esto es una mierda.

El Mal

Los que sí utilizan los datos en condiciones y seguramente no tengan equipos plagados de inútiles son las grandes empresas tecnológicas que todos conocemos. La pega es que sólo los utilizan para hacer el mal a la mayor escala imaginable por el ser humano.

Hay una cosa que tengo clara: no estoy forrada porque soy de izquierdas. He rechazado a Facebook (Meta), Amazon, Glovo, VC y armamento, casi todas con una carta de rechazo de la oferta alegando mis razones de forma educada («Mark Zuckerberg debería estar en La Haya» no es educada) y todas ofreciendo un puesto con un salario anual de cinco ceros. Soy consciente de que esto es un privilegio, pero es que en mi sector lo tenemos: puedo elegir dónde trabajo, y renunciar a un salario altísimo significa que a lo mejor opto por uno menos alto, pero todos me dan de sobra para vivir. Cuando rechazo esas ofertas sé que estoy haciendo lo mínimo, pero también sé que el nivel de dignidad humana en Tech está bajo tierra, porque en cuanto trabajamos sentados y cobramos más que una miseria se nos olvida que en el fondo somos unos curritos como todos, y que tener fruta en la oficina no quita que el curro sea una mierda inútil o peor, daniña para la humanidad. Ojalá colgar un póster en cada oficina que diga «la gente que más vidas salva en el mundo son los que recogen la basura, cálmate». Es gracioso que la forma de referirse a las principales empresas tecnológicas sea con el acrónimo FAANG7 (Facebook, Apple, Amazon, Netflix y Google).

Tener prinicipios hace la vida más difícil. Lo mínimo que le pido a una empresa para trabajar en ella es que no haga del mundo un lugar peor activamente, así que me niego a trabajar para Amazon, Facebook, Google, capital riesgo, armamento, apuestas, inmobiliario y gig economy que no cuide mínimamente los derechos laborales. Tampoco quiero trabajar para billonarios fascistas (es decir, todos). En resumen, no trabajo para empresas que activamente maten gente, pongan en peligro democracias o tengan aspiraciones totalitarias. Visto así no parece tan difícil, pero hay una ingenuidad particular que sólo un señor cishetero blanco dev puede tener.

Luego están las empresas que no matan gente activamente: farmacéuticas, bancos, fabricantes de productos tecnológicos como Apple o Samsung, fast fashion, aseguradoras, empresas médicas privadas. Lo mejor que podría decir de ellas es que sólo explotan a personas en talleres semiesclavos del sudeste asiático, matan por omisión o espían hasta el color de tus bragas para refinar el algoritmo que te vende mierdas. ¿Podría trabajar para una de estas y dormir tranquila por las noches? La respuesta es que no lo sé. Preferiría no tener que hacerlo, pero a lo mejor podría convencerme a mí misma de que no es tan terrible, o de que no tengo opción (y es cierto que las tengo limitadas). Aún no he averiguado la frontera de mis principios, pero porque no lo he intentado.

Me conformo con encontrar un trabajo como el que tenía hasta ahora: el balance ético con la humanidad era más o menos neutro. Pagaba bien a los empleados, tenía derechos laborales dignos y el producto era algo que podía considerar razonablemente útil (superfluo, pero útil). Por supuesto, tuvo que venir Un Rico (VC primero, un holding después) a joderlo todo. Era mucho pedir, obviamente. Vamos, que a lo que aspiro es a un trabajo cuyo impacto negativo en el mundo sea solamente que hago más rico a Un Rico. Vamos, una mierda.

Yo preferiría estar haciendo cualquier otra cosa

Decía Hélio8 el otro día en Mastodon que si dejáramos a la gente lista hacer cosas de gente lista estaríamos viajando en naves espaciales impulsadas por energía solar y comiendo tofu que imitara langosta. No es la primera vez que leo algo parecido, pero con la rumia actual del «qué estoy haciendo yo con mi vida» caí en la cuenta de que igual la gente lista a la que se refiere soy yo.

A ver, yo no me considero una tía especialmente lista. Tengo ciertas habilidades que se consideran «de lista» porque las empresas pagan por ellas, pero ni soy especialmente buena en ellas, ni me gustan tanto como para esforzarme en ser especialmente buena. Pero sí soy consciente de que toda esta capacidad de trabajo podría estar dedicada a algo que sí fuera útil a la humanidad, en lugar de seguir alimentando el hype y los Dioses de las Finanzas. A veces fantaseo con utilidades reales para mi trabajo, para aliviarme un poco la sensación de la que hablaba al principio de que el mundo sería mejor si mi trabajo no existiera: ¿centralizar y agilizar las bases de datos de los sistemas públicos de salud? ¿mejorar la detección de fraude fiscal a gran escala? ¿simplificar el proceso de recopilación de datos para solicitar ayudas y aliviar la carga burocrática? ¿prever la demanda de energía para optimizar la producción de renovables? El tema de los datos es como la IA: puede tener algunas aplicaciones útiles, pero ni son las que nos dicen, ni funcionan como nos dicen que funciona, ni tiene que ser así de espantoso, ni todo el mundo lo necesita.

Mi trabajo es muy exigente: debido a la rueda del hype, además de mis horas de trabajo se me exige que esté en constante actualización para no quedarme anticuada. Si no hiciera esfuerzos activos, todas mis horas del día se las comería el trabajo, y me cuesta quitarme de encima el impulso de aprender esta tecnología nueva que ahora demandan las empresas molonas y que no conozco ni por nombre. Además, es un entorno tremendamente masculino y joven, y eso significa que o con 40 años tengo un CV de caerse de culo, o soy virtualmente incontratable. ¿Pero cómo voy a renunciar a mi tiempo libre para algo que, a pequeña escala, no me importa hacer, pero que a gran escala detesto con toda mi alma? ¿me voy a levantar temprano un domingo para aprender el nuevo hype sabiendo que es hype y que en cinco años habrá otro y así hasta que me muera? ¿merece la pena?

Lo cierto es que sigo en este sector porque no sé hacer otra cosa. Son trabajos que hago sentada con climatización, están bien pagados y no falta la oferta y, como decía en la otra entrada, no tengo nada que me guste tanto como para querer renunciar a esta comodidad. Es una mierda y es cobarde, pero al menos no me engaño a mí misma. A veces fantaseo con que me atrae otra cosa, no tan cómoda, pero que no pudre el alma, pero la verdad es que esto es lo único que sé hacer bien. A veces pienso que he tirado mi vida. A veces pienso si no podría haber sido ágil, eslomarme al principio, trabajar en alguna de las FAANG hasta los 35 y luego vivir de hacer consultoría a empresas a una tarifa absurda por hora para currar 40 horas al mes y el resto del tiempo dedicarme a cultivar tomates, pero sé que no soy tan lista (ni se me da tan bien) como para algo así.

En un universo alternativo me dedico a crear los sistemas de datos que hacen que el teniente comandante Geordi LaForge tenga los datos del motor Warp en tiempo real en su panel de mandos. En este, me conformo con no trabajar para cabrones, pero no olvido que mi curro es una mierda y que nunca tendré un trabajo honrado.

  1. La traducción oficial es «trabajos de mierda» ↩︎
  2. https://www.youtube.com/watch?v=U3qWrSSKJTM ↩︎
  3. Te doy una chapa de 40 minutos al respecto ↩︎
  4. Tiene un nombre, pero no recuerdo cuál es ↩︎
  5. https://appleinsider.com/articles/23/06/30/apple-is-the-worlds-biggest-company-at-3-trillion—-again ↩︎
  6. No es del todo cierto, pero a las escalas que nos movemos, sí. Tener acciones de una empresa te hace poseer una fracción de la empresa, y cada acción es un voto a la hora de tomar decisiones. Por eso los accionistas mayoritarios son los dueños económicos de una empresa aunque exista un CEO ↩︎
  7. «Fang» es colmillo en inglés. ↩︎
  8. https://mastodon.gal/@outrofracofavor/112537445888056561 ↩︎
43 comentario sobre «Quién soy mientras trabajo»
    1. Leyendo esto mientras muevo tickets de jira de una columna para otra del kanban board y preparándome para el daily meeting de la mañana, quién me iba a decir que el día iba a empezar tan deprimentemente xD excelente post, ojalá poder compartirlo con mis compañeros de trabajo y amistades del mundillo, pero hace tanto tiempo que todos se dejaron cegar por el hype que no creo que lo aprecien. Yo por mi parte trabajo de backend para una multinacional petrolera que se dedica a destruir el medio ambiente for profit y probablemente sea una de las causas de que en 100 años no haya vida en la tierra… y lo odio con toda mi alma y ojalá poder hacer otra cosa… pero hay que comer. Todos los días me digo a mí mismo que si no fuera yo otro lo haría y que de aquí a dos o tres años en cuanto haya reunido el suficiente dinero para irme lo haré… pero no deja de ser una mentira que me cuento a mí mismo. Qué horrible es todo xD

  1. Me siento totalmente identificado, también me dedico a lo mismo, pero en Londres, que ahí a pesar de ganar muy bien se siente uno haciendo cosas superfluas. Un abrazo!

  2. Con el devenir de los tiempos y lo que es la tele, a día de hoy puedo decir con orgullo que no trabajé en el sector porque no pude pero ahora no lo haría porque no quiero. Debo decir que a veces me planteo que estoy perdiendo el tiempo, que mi cabecita da para mucho más que estar haciendo cruasanes y tartitas, que yo iba a formar parte de la dirección del mundo y, después, quisieron hacerme la cama para formar parte del mundo académico… y luego miro al infinito y me digo “mira, con esto lo más que hago es que a alguien le suba el azúcar”… yo qué sé, es very dificul todo esto de navegar el mundo que nos ha tocado vivir.
    Abrazo. Y eso.

    1. 💘💘💘 qué arte para ponerlo todo claro, cortito y al pie.

      Yo cometí el error de enamorarme de la Estadística en algún momento y pegarme tremenda torta de realidad después. Si los datos se trastean con sentido y realmente necesitan una estadística, no va a ser una empresa decente. Efectivamente: bancos, casinos, energéticas y Amazon son quienes reciben con brazos abiertos a mis compañeres :(. También, como dices, alguna escapatoria por salud o datos públicos, pero no es habitual ni sencillo.

      Un abrazo muy grande y todo el ánimo del mundo 🌼🌼

  3. Qué ojo tienes para poner estructurado justo por lo que estoy pasando. Resumido en, «Tengo Burnout por demasiado trabajo u odio mi trabajo porque odio el capitalismo?»

  4. Nunca me había visto tan identificado en las palabras de un blog random, increíble. Sobre todo con el toma y daca entre un mínimo de moralidad y los dineros que se pueden conseguir. En algún momento habrá que prenderle fuego esta industria.

  5. Esta industria es un monstruo alienante horrible. Yo me especialicé y me flipa programar cacharritos embebidos, y pasarme horas en la barrera entre el software y el hardware. Pero eres extremadamente buena y con algo de suerte y saber networking, acabas trabajando en alguna consultora con proyectos de opensource que se dediquen a mantener un ecosistema en esos entornos, o todas las ofertas se van al sector defensa y como tengas un mínimo de conciencia a ver como duermes por la noche. Por lo que al final, coges un bullshit job que te de para vivir cómoda y que sea lo menos malvado posible.

    Pensando en star trek, cada día se parece un poco más que nos ha tocado vivir en el universo espejo. Me dejaría el lomo por estar en una cuadrilla de mantenimiento de una navecita cualquiera de la flota estelar y sentir que todo esto tiene un propósito y no estoy entregando horas y horas de mi existencia al etéreo número que siempre debe subir mientras veo como se deteriora el planeta y los seres que lo habitan por un delirio colectivo del que solo parece que sabemos profundizar.

    Un abrazo y siempre es un gusto leerte 🙂

  6. Todo lo que cuentas duele, pero esto me ha atravesado de una forma muy específica:
    «Lo mejor que podría decir de ellas es que sólo explotan a personas en talleres semiesclavos del sudeste asiático, …»
    Como punto casi positivo es que -sólo- les explotan a elles, a los normales os tienen más consideración. Es el recordatorio periódico que os hacéis (y que me encuentro sin trigger warning) de cómo os veis a vosotros y cómo imagináis a quienes os leen. Porque les del sudeste asiático (les locales y empobrecides, no los expats que se mudaron por el bajo coste y el exotismo de vivir en Asia) no son tech workers al mismo nivel, por lo visto.

  7. Gracias por compartir esta publicación. Muy probablemente los que gravitamos a leerlo hasta el final es porque nos sentimos identificados con tu situación. El jodido de Graeber tenía razón. Es una mierda deprimente… Lo igualo a la sensación de caer en un “honey pot” y hundirse hacia la muerte lentamente de forma resignada. Notas en lo que has caído, sientes que es tu culpa e incapaz de salir de ahí (en parte porque no puedes, y si pudieras… una muerte “dulce” es mejor que una amarga por ahí fuera). Gracias compañera!

  8. He llegado a este post de rebote – totalmente y absolutamente de acuerdo! También trabajo de fontanero de datos y me siento igual: el trabajo concreto se puede hacer, pero el contexto te machaca el alma poco a poco.
    A los que me preguntan por el curro siempre les digo que es como hacer sudokus +40h semanales, pero los números te los dan a cuentagotas en reuniones/correos/teams y siempre tienes diez sudokus a medias.

    También pasé mi periodo sin curro para pensar en qué hacer con mi vida que no fuese esto. Acabé de vuelta en lo mismo (se me agotó la pasta y las alternativas que me gustaban de verdad son ultraprecarias), pero me ayudó bastante para al menos fijar alguna meta a medio plazo y trabajar en ello. Gracias por escribir el post y muchísimo ánimo!!

  9. Tengo 45; he trabajado en varias startup. Unicornios españoles, escándalos por fraude y despidos por vídeo conferencia. He rechazado Amazon y Glovo, por principios. Y este invierno, he cambiado a un sector más bajo en la pirámide de Maslow precisamente porque mi trabajo (de manager) no hace el mundo mejor. Al menos donde estoy ahora (banca, plz kill me) puedo seguir teniendo un poquito de impacto y elimino el bullshit de vender hype. He pasado un invierno duro con una crisis de identidad y este artículo, en su totalidad, refleja como me he sentido los últimos años, con una cantidad de talento ingente dedicado a absurdeceas de un UX Designer o Product Manager alejado de la tecnología que usa los datos para validar sus propias hipótesis, y equipos de ingeniería que podrían usar su talento para inventar una pizza de cero calorías pero que están cambiando colorines de botones , añadiendo animaciones a una ventanita o haciendo las cosas más cool que la competencia.

    Un gran artículo, gracias por plasmar con palabras como me siento. Gracias por confirmarme que no soy el único.

  10. Creo que no conoces muy bien el mundo emprendedor para hablar así de startups. Es curioso además que no lo sepas trabajando en ingeniería de datos.

    Nadie pone un duro, nadie, sin unas estadísticas confirmadas, sin kpi, sin datos precisos. El «hype» solo es azúcar para firmar un NDA y después ver los datos de la empresa y ahí es donde se toman las decisiones.

    1. tío, un KPI se puede engañar porque hay varias variables que puedes coger para justificante… no me vengas con «la necesidad de un kpi alto» para poner pasta cuando ha habido gente poniendo mucha pasta en cosas que han sido estafa

  11. Has clavado el sentimiendo de toda una generacion de informaticos. Muchos de esos pensamientos no solo los comparto sino que noto como cada vez ejercen mas presión.
    Incluso fantaseo con una sociedad donde los transistores nunca hubieran podido miniaturizarse mas allá de 1 micrometro. La vida hubiera sido diferente.

  12. Podéis hacer un mundo mejor, si no te gusta lo que haces y lo sigues haciendo eres un incoherente. Ahí está la mierda de la que habláis. Cada rato estás tomando decisiones, eres libre.

  13. Me alegra ver que hay gente escribiendo articulos que traducen a lenguaje para tontos (o sea, yo mismo) la bazofia que es el tech business y lo mucho que nos esta jodiendo la «economia especulativa» que de momento lo unico que ha conseguido es inflar al infinito un puñado de empresas en las cuales Los Ricos tienen parte del pastel.

    Vease Nvidia.

  14. Uff… has removido cosas que estaban bajo la superficie, anegadas en el barro del fondo. Yo no me dedico a los datos, soy arquitecto de sistemas y estoy pasando a mis 45 años por los mismos temas mentales que tú. Pero es que es un vida «cómoda», si no cuentas el desgaste del alma, claro. No paro de pensar en los años que me quedan para jubilarme y me parecen muchísimos para lo cansado que estoy de hacer LO QUE ME GUSTA. Adoraba mi trabajo, yo que no pude estudiar por venir de una familia pobre como una rata y que lo que he aprendido lo he hecho por mi cuenta. Sentado, 40 horas a la semana y ni una más, aire acondicionado o directamente teletrabajo y por un sueldo que triplica o cuadriplica el SMI. Para quejarse estamos tal y como está el panorama.
    Pero claro, ya he pasado por la banca (3 de los 4 grandes), por el juego online y offline, por la banca privada, una startup con afan de control via CCTV y ahora en una farmacéutica. Quiero pensar que esto último es lo menos dañino que he tenido pero la verdad es que todo el ITIL, el Agile, la burocracia con mayúsculas me está drenando las ganas a lo grande porque es una glorificación de la ineficiencia. Horas y horas perdidas en reuniones sin sentido, semanas perdidas esperando aprobación para hacer una intervención de 2 min porque la cadena de responsables no sabe ni a qué me dedico ni por qué los pido. Es como pasar tu alma cada día por una piedra de afilar que se va llevando trocitos pequeños hasta que ya no queda suficiente ni para levantarte por las mañanas.
    Gracias por tu artículo por lo interesante aunque se me haya llevado las pocas ganas que me quedaban hoy 🙂

  15. Otro q se ve reflejado. Tengo más de 0x32 y he visto cosas en este artículo con las q me identifico. Al menos yo siempre tuve muy claro qué no quería para mi carrera, y que a la larga se vive mejor en segundo plano que soltando cosas q no te crees ni tú. Aun así lo intenté,pero tampoco quería acabar de lameculos en otras empresas vendiendo psicología barata o vaporware.
    En mi caso, en la última empresa en la que estuve hasta hace poco nos dedicábamos a que las cosas de toda la vida que no necesitaban internet, ahora la tengan para «ofrecerles nuevas sensaciones» a los usuarios y ya de paso a ver si les sacamos algo de pasta por sus datos y por si quieren nuevas funciones de pago…Yo siempre pensé que los usuarios no son idiotas, pero después de ver lo que pagaban por los polítonos y no haber visto yo el negocio
    con eso ya no lo tengo claro.
    En eso andábamos porque hasta hace poco el hype era usar la conectividad y los user data para «bug data» y rascar de ahí…pero llegó la IA, y ahora también era necesaria para ayudar al usuario a saber cual es la mejor manera de ponerse el calcetín, si su nevera está llena o incluso si sigue respirando…
    He visto tantos hypes…aún me acuerdo la maravillosa UXperience que iba a tener el usuario con los channels de.. ¡¡¡ .»Explorer 4″ !!! ..jaja…la de peña que hubo metida en aquello…Ahí se empezó a atisbar de qué iban a ir estas guerras…
    Al menos, tuve la suerte de vivir una época de los inicios de internet en la que realmente sentías (y veías) que tu trabajo aportaba utilidad y ahorro a empresas , administraciones y bancos… (Snif..snif….era joven…) Ahora, que algo tenga utilidad real es lo de menos,el negocio está en otra parte y probablemente ni sabes cuál es…como para sentirte identificado. «Ya no puedo darte el corazón…iré donde lleguen mis fuerzas.»»….pues eso,..

  16. No puedo sino aplaudir con las manos y los pies. Desde 2019 «conspiré» en el último trabajo, pequeña consultora comprada por multinacional.
    Para sacar adelante un proyecto en solitario, digitalizar la planificación de comidas y cenas para restaurantes y comensales ( https://drive.google.com/file/d/1-AMrvQO3BuTAJS-3vZMI72Ks-gyZMa8W/view?usp=drivesdk ). Si algún día das el salto … No puedo pagarte dinero y tampoco sé si hay gloria, pero serás bienvenida.

    En realidad cualquiera de los que lean este comentario y quieran un poco de aventura.

  17. Por si te sirve de algo para aliviar el derrotismo, decirte que mi pareja hace investigación en epidemiología; supongo que lo que mejor la definiría es data scientist porque se pasa el día con modelos y R y también le he escuchado hablar de como tiene que recoger datos de muchas fuentes distintas, limpiarlos, ordenarlos y hacer cálculos. Ellos también utilizan los datos en condiciones y, afortunadamente, los utilizan para hacer el bien.

  18. Entradas tan tremendamente buenas como esta me hacen echar aún más de menos lo que era la blogosfera de los primeros dosmiles (2005-2010). La mezcla justa de verdad, exageración y humor para enganchar al lector. Felicidades, me suscribo ya mismo.

  19. Haz dicho lo que siento y no he encontrado cómo decir. Soy un desarrollador con relativo éxito que ha logrado ascender a líder técnico para empresas «importantes». Todos los días me levanto odiando secretamente la industria tech y a la mayoría de sus integrantes por las mismas razones que haz expuesto. Te aplaudo fuerte.

  20. Es una entrada que podría publicar en mi blog tranquilamente. Es desesperante tener que llegar a pensar así, pero es la verdad. Te vienen con que trabajas en un sector «privilegiado», y es verdad, se gana dinerillo, se puede vivir muy bien trabajando poco y no suele haber problemas para encontra trabajo. Y creo que por esto mismo tenemos tiempo de sobra para darle vueltas a qué estamos haciendo con nuestra vida. Algo que mucha gente vivió durante la pandemia encerrados en casa durante semanas, pero a diario.

    Yo intento no darle muchas más vueltas porque al final es algo que me come por dentro. En general el hecho de dedicar 40h a la semana para engordar bolsillos ajenos y no ofrecer nada de valor al resto del mundo me mata. ¿Que podría montar algo por mi cuenta y aportar algo de valor a la sociedad? No estoy seguro de que pudiera hacerlo yo solo a costa de arriesgar mi estilo de vida actual, que no es ni de lejos de lujo, es más, intento que sea lo más sencillo posible. Además, uno tiene la mala costumbre de comer y pagar facturas, por lo que saltar al vacío sabiendo que no hay una red de seguridad no es lo que más me apetezca.

    Mi trabajo consiste en mantener la infraestructura, sea cloud, en un CPD o en un sótano. Por suerte lo tengo más fácil que tú para definirlo si me preguntan a qué me dedico. Pero al final el dilema ético es similar: ¿Mi trabajo sirve para algo? ¿Cómo podría hacer para que esto aportase ALGO de valor a la humanidad? Lo he pensado con mi trabajo actual y con los anteriores. He mantenido infraestructura para empresas estratégicas, como electricidad y telecomunicaciones, también en el ámbito de la salud… y al final todo se reduce a lo mismo, lo que hago yo es para que ganen más dinero y tenga que invertir menos. Es triste pero me parece que a lo mejor que se puede aspirar es a lo que has comentado, a que Unos Ricos se llenen los bolsillos y ya, que no provoquen nada más. Ahora mismo estoy así, viendo como Los Inversores (con mayúscula, porque son seres divinos), nos aprietan las tuercas porque no están ganando tanto como quisieran.

    Por mi salud mental he decidido que mi trabajo se tiene que basar en el mínimo de que todo funcione y luego trabajar bajo demando: recortar un gasto por aquí, implementar esto nuevo porque ha salido en las noticias… y no comerme más la cabeza. Tampoco puedo dejar de actualizarme porque al final es un requisito, aunque sea para tener el CV en forma por si las moscas. Y el resto del tiempo dedicarlo a cosas que me motiven, porque al final el dinero se puede recuperar, pero el tiempo no.

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